Presentamos un paciente diagnosticado de un tumor del glomus carotídeo pendiente de su intervención; previamente padeció un proceso catarral faríngeo con aparición de pequeñas adenopatías cervicales.

Días más tarde se efectuó satisfactoriamente la exéresis del glomus y al mismo tiempo se extirparon varios ganglios yúgulo-carotídeos de aspecto inflamatorio que pensamos se correspondían con su proceso catarral previo.

Sorprendentemente uno de los ganglios presentaba metástasis de tumor glómico.

Ante el diagnóstico de glomus carotídeo maligno y a la vista de la falta de criterios en el manejo de esta patología, hacemos unos comentarios sobre cuál nos parece la actitud terapéutica correcta, insistiendo en el hecho de recomendar en el futuro incluir en el protocolo quirúrgico, junto a la exéresis tumoral, realizar un vaciamiento ganglionar cervical.